domingo, 27 de septiembre de 2009

Todos sabemos que el sexo vende y que Hitler también, pero en menores cantidades. Parece que los publicistas nos han demostrado que una combinación de ambas puede resultar una arma letal.


Y dónde hay un malo, no faltan Saddam Hussein y Stalin.


Aunque por un lado los anuncios están muy bien elaborados son también algo ofensivos. No me gustaría tener sida y estar rodeada de carteles acusándome de ser asesina de masas. Pero bueno, supongo que el mensaje más profundo llega a nuestros corazones.


A ver lo que tiene que decir el Papá sobre todo esto... Esperaré paciente su respuesta.



Amén.




























viernes, 25 de septiembre de 2009

Poliéster.


Sé que últimamente tengo el blog abandonado, será por perrería, pero yo mantengo mi posición de falta de inspiración. Muchas veces me encuentro pensando (que peligro) en cosas sobre las que escribir, pero luego no encuentro las palabras, lo cuál resulta muy irónico considerando que conozco la correspondencia de esas palabras en otros idiomas, para expresar esas ideas ridículas e inverosímiles.

Ya terminada la breve introducción, ¿os habeís fijado que inútil es nuestra existencia?

Últimamente, todo me parece un poco más sin sentido, seguramente porque no tiene sentido ninguno. Es como un Big Mac sin carne. Te encuentras en McDonald´s pidiendo un Big Mac sin carne para satisfacer tú curiosidad : ¿Cómo reaccionará el dependiente al pedir una hamburguesa sin carne? Pero no es porque ahora eres vegetariano y te niegas a comer carne, todo lo contrario, has visto un video en youtube y parecía muy divertido romper las "normas". ¿Y cuál es el sentido o la razón de este ejemplo? No hay ninguna razón, sólo quería manifestar lo estéril que es la vida diaria de la gente y como estos intentan hacer su relato un poco más picante.

Obviamente, también tenemos cosas por las que vivir -no se trata de cortarse las venas cada vez que te sientes melancólico, aunque si lo vais a hacer, it´s down the road, not across- cómo los objetos materiales. La vida seria miserable si no tuviera un vestido nuevo para ponerme todos los sábados por la noche. Qué sería de mi si no fuera por el consumismo???!!!!

Creo que estamos programados para consumir, desde pequeños nos acostumbran a asociar la felicidad con los objetos y el dinero. Cuando era más joven, me encantaba la navidad y mi cumple; pero ahora los desprecio. Aunque las luces y la nieve crean un ambiente que te devuelve la infancia. Sin embargo aquí no hay nieve y las luces de recuerdan más bien a un puticlub.
Los anuncios nos crean un mundo materialista muchísimo mejor que el nuestro, dónde hay colores vivos, la gente siempre sonríendo y una música que nos engatusa. La euforia de ese mundo te consume por dentro y por fuera, sobre todo por fuera que es lo que más interesa. No hay sensación ni conversación mejor que hablar de tú última adquisición-un sujetador con relleno que hace que tus tetas aparentan una C y no una A-.

Nuestra vanidad nos roba la felicidad.

La felicidad sintética que es la única valida y por eso la mejor. Ha perdido todo valor hablar de los problemas y la amistad se compra. Hasta el punto si quieres pertenecer a ese grupo tienes que pagar por ello.

Somos felices consumiendo, las cosas no son hechas para durar, sino para lucirse una vez y luego tirarlas. Pero no sólo los objetos, también los amigos, los compañeros y esos amigos más íntimos. No tenemos tiempo para conocernos, ¿y para qué? Si dentro de dos meses ni me voy a acordar de tú nombre, aunque sí seguramente de esos pantalones repugnantes que llevaba aquel día.